lunes, 23 de junio de 2025

La Alegría que Florece en la Ausencia: Un Encuentro con la Esperanza Inquebrantable


En el torbellino de la vida, donde las certezas se desdibujan y el horizonte a menudo se nubla, hay una verdad que resuena con una fuerza inaudita, capaz de calar hasta lo más profundo del corazón: la alegría en Dios, incluso cuando todo falta. No hablamos de una felicidad ingenua que ignora el dolor, ni de una negación de la realidad que nos golpea. Nos referimos a una dimensión de la existencia que trasciende las circunstancias, una fuente inagotable de gozo que brota del encuentro con lo divino, incluso en el páramo de la carencia.

Pensemos en el profeta Habacuc. Su mundo se desmoronaba. La higuera no daba yemas, la vid se negaba a dar fruto, el olivo fallaba, los campos no ofrecían cosecha, los rebaños se agotaban y el establo quedaba vacío. Una imagen desoladora de privación total. Sin embargo, en medio de esta devastación, el profeta pronuncia una de las declaraciones más poderosas de fe y esperanza: "Yo festejaré al Señor gozando con mi Dios salvador: el Señor es mi fuerza, me da piernas de gacela, me encamina por las alturas" (Hab 3,17-19).

¿Cómo es posible tal alegría en la escasez? ¿Qué raíz tan profunda la nutre? La respuesta no reside en lo que tenemos, sino en quién nos sostiene. La alegría en Dios no depende de la prosperidad material, del reconocimiento social o de la ausencia de problemas. Es una alegría que nace de la certeza de su presencia inquebrantable, de la convicción de que Él es nuestra fuerza, nuestro guía, nuestro salvador, incluso cuando todo lo demás se desvanece.

Es un gozo que se alimenta de la confianza radical. Cuando nuestras manos están vacías, cuando nuestros planes se frustran, cuando el futuro se presenta incierto, es en ese vacío donde Dios puede ser experimentado con mayor pureza. En la desnudez de la carencia, emerge la consciencia de que Él es suficiente. No es una alegría que oculta el dolor, sino una que lo abraza, lo transita, y lo transforma con la luz de una esperanza que va más allá de lo visible.

Piensa en los momentos de tu propia vida donde todo parecía derrumbarse. Quizás fue una pérdida dolorosa, una enfermedad implacable, una traición inesperada, o un sueño roto. En esos abismos, la tentación de la desesperación es fuerte. Pero es precisamente ahí, en la grieta de la vulnerabilidad, donde puede irrumpir la alegría silenciosa y profunda de Dios. Una alegría que no grita, pero que susurra: "No estás solo. Yo estoy aquí."

Conclusión: El Regalo de la Alegría en la Desolación

La alegría en Dios cuando todo falta es, en esencia, un acto de profunda libertad. Es liberarse de la tiranía de las circunstancias, de la dependencia de lo material, de la esclavitud de las expectativas. Es elegir anclarse en lo inmutable, en el amor de un Dios que permanece fiel aunque el mundo se tambalee.

Esta alegría no es una fuga de la realidad, sino un encuentro más profundo con ella. Nos capacita para enfrentar la adversidad con una serenidad asombrosa, para ver oportunidades donde otros solo ven ruinas, y para extender una mano de esperanza a aquellos que aún no han descubierto esta fuente inagotable. Es el testimonio vivo de que, incluso en la más completa desolación, la vida puede ser una celebración. Porque, al final, lo más valioso no es lo que poseemos, sino el Dios que nos posee y que nos enseña a bailar incluso bajo la lluvia más torrencial. Es un regalo precioso, una perla escondida que solo se revela cuando nos atrevemos a mirar más allá de lo evidente y a confiar, con todo el corazón, en la alegría que brota de la presencia de Dios, aun cuando todo parece haber desaparecido.



jueves, 5 de octubre de 2023

LA NARANJA Y EL ATEO

Salmo 53:1a.

Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio, y después de haber finalizado su discurso, invitó a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma. Después de unos momentos un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su afición a las bebidas embriagantes, pero que había sido salvo recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó imperturbable pelando la naranja, al término de lo cual, se la comió. Cuando terminó de comérsela se volvió al conferencista y le preguntó:

— ¿Estaba dulce o agria?

—No me pregunte tonterías— respondió el orador con señales evidentes de enojo—. ¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?

El borracho convertido respondió entonces:

—Y ¿Cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado? —

El Exegeta.



lunes, 13 de marzo de 2023

Simplifícate 👓

12 PASOS PARA SIMPLIFICAR TU VIDA 


1. ORDENA TU VIDA


Sentirás una gran oleada de inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no son útiles en tu vida. Así que mientras menos posesiones necesites asegurar, cuidar, desempolvar, organizar y mover, más próximo estarás de ser libre.


2. ELIMINA DE TU AGENDA LAS ACTIVIDADES Y OBLIGACIONES INNECESARIAS E INDESEABLES.


Dile “no” a las exigencias excesivas, y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo libre a tu rutina diaria.


3. ASEGÚRATE DE QUE TU TIEMPO LIBRE SEA LIBRE. 


Pasar una tarde leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un ser querido, cenar con los hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que asistir a un evento en el que suelen abundar las conversaciones inútiles.


4. SACA TIEMPO PARA LA MEDITACIÓN Y EL YOGA.


Saca por lo menos 20 minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto consciente con Dios. 


5. REGRESA A LA SENCILLEZ DE LA NATURALEZA.


No hay nada que sea más inspirador que la naturaleza, camina o acampa en el bosque; nada en un río, lago o en el mar; siéntate frente a una fogata, monta a caballo o esquía en la nieve. 


6. MARCA DISTANCIA ENTRE TÚ Y TUS CRÍTICOS.


Dales una bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos o son amigos de las confrontaciones y apártate de su energía tan rápido como sea posible.


7. SACA UN TIEMPO PARA TU SALUD.


Recuerda que tu cuerpo es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca un poco de tiempo cada día y haz ejercicio.


8. JUEGA, JUEGA, JUEGA.


Simplificarás tu vida y te sentirás inspirado si aprendes a jugar en vez de trabajar toda tu vida.


9. DISMINUYE EL RITMO 


Cuando vayas en tu auto, disminuye la velocidad y relájate. Dedica más tiempo a escuchar a los demás; sé consciente de tu inclinación a interrumpir y a dar por terminadas las conversaciones, y opta más bien por escuchar. Siéntate en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir deprisa y sin rumbo alguno.


10. HAZ TODO LO POSIBLE PARA EVITAR LAS DEUDAS.


Recuerda que estás intentando simplificar tu vida, así que no necesitas comprar objetos que la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos, olvídate de ellos hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más capas de ansiedad a tu vida.


11. OLVÍDATE DEL VALOR EFECTIVO.


No te niegues a los placeres de la vida por razones monetarias; no determines tus compras por el hecho de obtener un descuento, y no te prives de sentir alegría porque no te hicieron una rebaja.


12. ACUÉRDATE DE TU ESPÍRITU.


Si la vida te parece muy compleja, rápida, desordenada, frenética o difícil, acuérdate de tu propio Espíritu. Estás encaminado a la inspiración, un lugar sencillo y pacífico en donde estás en armonía con la sincronización perfecta de toda la creación. Viaja mentalmente allí y detente con frecuencia para recordar lo que realmente quieres.



miércoles, 24 de noviembre de 2021

Dinámica del Reino 🔥❤️✝️🌏

Jesús pide que los que son víctimas de la injusticia en la tierra cambien de pensamiento y no se acomoden al orden existente, sino que entren en la nueva dinámica del Reino que les da fuerza para saber actuar contra la corriente. 
Por eso la conversión exigida de Jesús no es simplemente un acto de Dios Juez, sino del Dios Juez y Salvador. De esta manera la conversión se vuelve Buena Nueva un anuncio alegre que dispone al pobre para una práctica nueva que le traerá libertad y vida y lo llevará al encuentro con Jesús. (Dios salva) 




lunes, 30 de diciembre de 2019

Sed misericordiosos como nuestro padre celestial


Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso (Lucas 6: 36).

 

Reflexión: Muy buenos días para todos nuestros queridos amigos que nos acompañan en otro hermoso día. El corazón del señor Jesucristo está lleno de misericordia perdonadora, Él se aflige con las angustias de sus hijos, con sus acciones nos da ejemplo para que nosotros también seamos compasivos, bondadosos con todas las personas que día a día están a nuestro alrededor, pues el mundo conoce que Jesucristo es un testimonio viviente del amor de Dios y si cada uno de nosotros practicamos las obras de Cristo estamos revelando a Dios ante el mundo, por ello debemos cuidar nuestro testimonio y ser lumbreras para el mundo siguiendo los pasos de Jesús. El inmenso amor y misericordia de Dios es perpetua y desea que todos sus hijos nos beneficiemos de sus grandes provisiones, que Él mismo preparó para todos nosotros. Si tenemos una fe bien cimentada, sus órdenes serán fáciles para nosotros, toda la intención de Dios en este versículo es motivarnos a que nuestro corazón esté en una sola dirección hacia el amor. Pues si tenemos amor somos misericordiosos aún con nuestros enemigos, pues qué fácil es amar a quienes nos aman, y cuán difícil es amar a quienes no nos corresponden, o aquellos que nos insultan, o a los que hablan mal de nosotros, hoy la palabra de Dios es muy clara cuando nos dice ´´sed misericordiosos”, pues Él lo es en todo momento con nosotros, aunque nos alejemos de su presencia. Para poder seguir el ejemplo de Jesús debemos orar a Dios para que nos ayude a transformar nuestro corazón y poder ser misericordiosos, a no juzgar, a no condenar, a perdonar y para que el Espíritu Santo llene de amor nuestro corazón para ser un verdadero hijo de Dios. Digamos, “Señor, hazme crecer en la misericordia y ser un auténtico testimonio del amor”. Que el perfecto amor de Dios esté con todos nosotros hoy y siempre. Dios te Bendiga.